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Visión artificial contra visión biológica
En la entrada anterior expliqué como los nervios ópticos llevan las imágenes que capta el ojo, de la retina al cerebro (la visión del ojo izquierdo llega al hemisferio derecho y la del derecho al izquierdo), pero la tarea de interpretar las imágenes que después realiza el cerebro tampoco es trivial. Se trata del proceso que más recursos consume de nuestro cerebro, ocupando prácticamente un 40 % del total, haciendo muchas funciones y muy variadas, como por ejemplo, interpretar qué objetos hay, que texturas, a qué distancia están las cosas, cuál es la imagen en 3D a partir de lo que recibe de ambos ojos, cuál es la dirección del movimiento, si lo hay, y crear imágenes nítidas a partir de varias borrosas (estas imágenes las puede obtener el ojo modificando el cristalino y vibrando cuando la visibilidad no es buena), todo ello a una velocidad casi instantánea, lo que según Simon Thorpe junto con el resto de investigadores del Centro de Investigación Cerebral y Cognitiva de Toulouse (Francia), nos permite interpretar la realidad con 150 milisegundos de retraso.
Que un ordenador actual pueda hacer todo esto en tan poco tiempo es algo impensable, por eso lograr que un robot vea como un humano es un objetivo muy lejano. No obstante, se están desarrollando algoritmos para cada uno de los problemas expuestos anteriormente y la mayoría de ellos no son lo suficientemente rápidos como para dar una respuesta en menos de un segundo. Una vez que tengamos algoritmos rápidos, equivalentes a los que realiza el cerebro y dispongamos del hardware que permita ejecutar esos algoritmos en poco tiempo, será necesario combinar toda esa información para conseguir una visión robótica como la humana.
Una vez superado el obstáculo del tiempo de procesamiento, la visión robótica podría superar a la humana, ya que podría disponer de cámaras con más resolución y velocidad de captación de imágenes que el ojo humano.
Otra diferencia importante sería que una máquina probablemente no estaría sujeta a los errores que comete el cerebro. El cerebro humano por evolución se ha adaptado a situaciones habituales que se dan en el mundo real, para optimizar la rapidez con que procesa las imágenes, por eso nuestro cerebro, en ocasiones, nos muestra incorrectamente la realidad. Este fenómeno se denomina ilusión óptica. Tenemos de muchos tipos (iluminación y contraste, movimiento, distorsión de ángulos y geometrías, interpretación 3D, colores, etc.). Se ha encontrado la explicación científica a muchas de ellas pero a otras no, quizás algún día, los descubrimientos sobre estos fallos del cerebro, ayuden a optimizar los algoritmos de visión artificial.