Problemas de Internet en la playa

Además de que mientras estemos en el agua puedan robarnos los dispositivos portátiles, hay que tener en cuenta otros factores que hacen de la playa un medio hostil para nuestros gadgets:

- Arena: Obstruye las teclas, lectores de tarjetas y conexiones, estropea unidades ópticas y ventiladores.

- Agua: puede dañar circuitos y baterías.

- Viento: el viento salado de la playa es un agente a tener muy en cuenta. La sal y el oxígeno del aire aceleran el proceso de oxidación en los circuitos integrados de cobre de los dispositivos y esto no lo podemos evitar por mucho cuidado que llevemos.

- Sol: Los procesadores disipan calor por efecto Joule, que sumado al calor que tienen que soportar en la playa, pueden llevarlos al límite de la temperatura que soportan y fundirlos. Las baterías también se ven afectadas por el calor, y si no explotan o se estropean del todo, seguro que inevitablemente bajará su rendimiento.

Pero los dispositivos portátiles no son lo único en peligro en la playa.

Normalmente, en la playa se ofrece Wifi sin ningún tipo de cifrado para facilitar que cualquiera pueda conectarse. Imaginaos que tenemos a alguien equipado con un sniffer en su ordenador cerca de nosotros... ¿Que podría pasar?... Que la información privada que estemos enviando o recibiendo podría ser capturada por este individuo si se lo propone. Por ejemplo, se podrían capturar las contraseñas que se envíen sin cifrar, conversaciones de chat, obtener información sobre las páginas que visitamos, etc. Hasta podríamos ser víctimas de un ataque "Man in the Middle" (hombre en el medio). En este tipo de ataques, el atacante intercepta una comunicación nuestra con el banco o una compra por internet. Veamos el ejemplo con el banco. Una vez interceptada la comunicación, el atacante envía información a la vícticma haciéndose pasar por el banco y, al mismo tiempo, envíar al banco información falsificada. De esa forma, tanto para la víctima como para el banco será una comunicación normal, pero el atacante podrá hacer lo que quiera con nuestro dinero al disponer de toda la información necesaria para obtenerlo.

Otra pega más, es que muchos de los dispositivos portátiles llevan cámaras integradas y a mucha gente no le gusta que le hagan fotos y videos en la playa mientras los suben al mismo tiempo a Internet.

Personalmente, creo que poner Wifi en la playa es un error y un gasto inútil del dinero de los contribuyentes, porque al fin y al cabo no te vas a la playa pensando en conectarte a Internet.